La Época de Oro del cine mexicano es un periodo en la historia del cine mexicano comprendido entre 1936 y 19591, en que la industria cinematográfica de México alcanzó altos grados de calidad en la producción y éxito económico, además de haber obtenido un gran reconocimiento a nivel internacional, convirtiéndose en el centro de las películas comerciales de Latinoamérica y habla hispana.
En 1939, durante la Segunda Guerra Mundial, la industria cinematográfica de Estados Unidos y Europa recibió un gran golpe, ya que los materiales, anteriormente destinados a la producción de cine ahora estaban destinados a la nueva industria armamentista. Muchos países empezaron a enfocarse en la realización de películas de guerra, dejándole la oportunidad a México, de producir películas comerciales para el mercado mexicano y latinoamericano. Este ambiente cultural favoreció el surgimiento de una nueva generación de directores y de actores considerados hasta la fecha, iconos en México y en los países hispanohablantes.
Orígenes
En 1939 Europa y los Estados Unidos participaron en la Segunda Guerra Mundial, y las industrias cinematográficas de estas regiones se vieron gravemente afectadas. Europa, debido a su ubicación y los Estados Unidos debido a que los materiales utilizados para producir películas (como la celulosa), comenzaron a escasear y fueron racionados. De esta manera, la industria cinematográfica mexicana encontró nuevas fuentes de materiales y equipos que aseguraron así su posición en la producción de películas de calidad en todo el mundo. Además,durante la guerra, la industria del cine de Francia, Italia, España, Argentina y Estados Unidos, se centró en películas de guerra, lo que hizo posible que la industria cinematográfica mexicana, con temáticas mucho más versátiles, se convirtiera en dominante en los mercados de México y de América Latina.
Estrellas principales
Pedro Infante es el actor más popular y recordado de la Época de oro del cine mexicano. Tratar de explicar el fenómeno Pedro Infante es, a estas alturas, es una empresa inútil. Su estilo alegre y carismático cautivó al público mexicano, y sus actuaciones valientes y pícaras le ganaron la admiración de muchas personas de distintas generaciones. Infante representó al mexicano alegre y enamorado, al héroe urbano de la clase trabajadora, lo que le ganó la identificación de las clases populares de México y otros países
Jorge Negrete es otra de las figuras emblemáticas de la cinematografía mexicana. Su atractivo personal y voz inconfundible le elevaron a la categoría de mito de la música de su país. A ello contribuyeron sin duda sus apariciones cinematográficas
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De manera similar a Hollywood, en el cine mexicano existió también el "Culto a la Diva", la veneración de figuras femeninas que alcanzaron el nivel de mitos (como Greta Garbo y Marlene Dietrich). Aunque surgieron muchas bellezas fílmicas en la Época de Oro, solo dos de ellas lograron trascender y convertir sus rostros en el sentido de todas sus películas: María Félix y Dolores del Río.
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