La película más cara de la historia tuvo como protagonista a la actriz española Penélope Cruz, la mujer que Jack Sparrow (o sea, Johnny Depp) había conocido años atrás. La cuarta película de la saga se rodó en el histórico colegio real naval de Greenwich y en otras localizaciones como Kent, Surrey y Cornwell, en Inglaterra, además de en Puerto rico, Hawái y California. El presupuesto superó los 400 millones de dólares (410,6), según Forbes. Claro que los beneficios globales se calculan en 1.045 millones. Eso sí, no se llevó ni una sola nominación.
Piratas del Caribe: En el fin del mundo – 300
millones
Otra de la saga de Piratas del Caribe, en este caso la tercera película, la de 2007. Dirigida por Gore Verbinski y, como toda la saga, producto de los estudios de Walt Disney, fue rodada en Bahamas, Hawái, Dominica, Utah, las cataratas del Niágara y diversos escenarios de California. Costó 300 millones de dólares y recaudó más del triple, 963 millones a fecha de noviembre de ese año. Recibió dos nominaciones técnicas a los Óscars, aunque no se llevó ninguno.
Liga de la Justicia – 300 millones
Estrenada el año pasado dentro de la fiebre por las películas de superhéroes, La Liga de la Justicia reúne a Batman, Wonder Woman, Aquaman, Cyborg y Flash para salvar el planeta. Y un propósito tan noble y magno requirió localizaciones muy diferentes, los estudios de California, Illinois, Islandia, Letonia, las islas griegas o el British Museum de Londres. La película protagonizada or Ben Affleck y dirigida por Zack Snyder se financió con hasta siete productoras, entre ellas la Warner Bros. Costó 300 millones de dólares y en diciembre de 2017 había recaudado 614.
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